Natalia

Natalia fue una novia que nos pidió todo, la vestimos de pies a la cabeza. Un re-styling total.

Y es que Natalia se enamoró de uno de los vestidos exclusivos que sacó la diseñadora Ainhoa Salcedo en una de sus pasarelas; un vestido tipo vintage con encaje de piedras y cristales en tonos champán. Nuestra novia estaba embarazada y quería un vestido con mangas así que había que modificar el vestido a lo grande.

Al ser un vestido exclusivo para la pasarela no había más tejido para poder hacer el añadido de las mangas que el que tenía el propio vestido. Pero aquí en La Couture no dejamos a ninguna novia sin el vestido de sus sueños, así que Ainhoa se puso manos a la obra para hacerlo posible.

Para las mangas, se desmontó todo el fruncido de la falda para sacar un metro de tela, siempre teniendo en cuenta que había que dejar tejido también para lo que creciera la barriga. Aun con todo, conseguimos confeccionar unas mangas y dejar tela suficiente para cubrir la barriga. Hicimos aquí también el ramo y el tocado con un centro de flores secas que nos trajo de su madre, terminando con los zapatos, que decoramos con encaje que sobró de las mangas. Todo un proyectazo. 

El día de la boda se acercaba pero no podíamos montar la falda hasta el último momento por su embarazo. Una semana antes del evento se montó la falda, quedó perfecto... y ahí nos dio la noticia: ¡iba a tocar el violín en la ceremonia! Claro, los encajes de las mangas no son elásticos, así que no podía levantar los brazos para tocar. Hubo que, de nuevo, desmontar el vestido por las mangas y hacer un añadido en la sisa con los últimos retales que quedaban. 

Fue toda una experiencia y un proyecto con todo tipo de pruebas a superar por el camino, pero todo quedó perfecto y nos encantó poder trabajar en esta aventura que fue acompañar a Natalia al altar. Muchísimas gracias por depositar toda tu confianza en La Couture. Un besazo enorme, esperamos que seas tan feliz como en los cuentos.